Caratula 17ava Edic.

Editorial

POR UN VERDADERO FRENTE DE DEFENSA DE MADRE DE DIOS

Todo pueblo expresa sus luchas y reivindicaciones a través de sus organizaciones de base pero cuando los problemas incumben a todo el ámbito regional estas deben ser enfrentadas por una entidad centralizada que en nuestro caso sería el Frente de Defensa de los intereses de Madre de Dios y quien lo conduzca debe ser un líder (persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u orientadora) con autoridad (Prestigio y crédito que se reconoce a una persona por su legitimidad o por su calidad).

Lamentablemente en nuestra región nuestro Frente de Defensa es una institución sin autoridad ni legitimidad, producto de vicios que se iniciaron desde su reactivación, la elección de su junta directiva no fue producto del consenso de las instituciones de base y ocasiono el primer cisma del Frente.

Luego las actitudes y acciones asumidas por el que se quedo a cargo (Luis Zegarra Cajac) terminaron por minar la incipiente credibilidad de esta joven institución. Solo por citar algunas: intolerancia ante las críticas, incapacidad de establecer puentes con otras institu-ciones sociales, excesos verbales en público, no tiene propuesta clara de trabajo, improvi-sación en su agenda, influenciable por algunos comunicadores, se ha peleado con medio mundo, toma a lo personal las desave-nencias en especial con las autoridades, etc.

Mientras tanto, el Gobierno aprista nos viene avasallando y desairando desde que empezó a gobernar, con el silencio sepulcral de quien debería ser nuestra voz en Lima: el Congre-sista. Afortunadamente, existe otro medio a través del cual la ciudadanía puede hacer sentir su voz y que ésta sea escuchada, y son las organizaciones sociales y de base, y por supuesto las calles para la protesta civilizada. De allí la crítica importancia de tener un Frente de Defensa con credibilidad y criterio.

Necesitamos nuevos liderazgos de acuerdo con los tiempos, no solo para reclamar y exigir sino para proponer responsablemente ideas de soluciones a largo plazo, sin demagogia, no pensar ilusamente que con ello serán candidatos (las candidaturas exitosas llegan naturalmente como un reconocimiento a la capacidad de una persona). Necesitamos personas que nos unan tras objetivos comunes con visión de futuro que fomenten y faciliten las inversiones privadas, que este atento a las tendencias mundiales y oportunidades de negocios para nuestra actividades productivas, que sepa concertar con el gran empresariado local en que tienen una responsabilidad social y apoye a la comunidad menos favorecida, fiscalizar que los programas de apoyo social llegue a los que lo merezcan, estar atento al buen uso de los recursos del gobierno local y regional.

La pelota está en manos de las distintas asociaciones populares, deben retomar esfuerzos de unidad y que las diferencias de opiniones no sea pretexto para darle la espalda a una región que espera por ello.

chica de mi tierra 17ava edicion